PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO (Diciembre 1, 2024)

"Se vigilante en todo momento."

Perspectiva Salesiana

Las lecturas del día de hoy transmiten un sentimiento de anhelo y de expectativa. Las lecturas del día de hoy hablan de la anticipación de una promesa divina que ha sido cumplida; un día en que la justicia de Dios estará disponible para todo el mundo, y no solo para unos cuantos que han sido elegidos. Las lecturas hablan de nuestra necesidad de mantenernos alerta para que el día en que el cumplimiento de esa promesa llegue no estemos desprevenidos.

Nosotros los cristianos creemos que el cumplimiento de esta esperanza es la encarnación de la persona, el poder y la promesa de Jesucristo.

Jesús es la justicia de Dios. Jesús es “el Señor, nuestra justicia.” Jesús aprovechó todas las oportunidades que se le presentaron para transmitir a otros la paz, el amor, la reconciliación, la verdad – en resumen, la justicia – del Dios viviente.

Como seguidores de Jesús, la vigilancia que practicamos no se limita a esperar el cumplimiento de una promesa final y lejana. No, nuestra vigilancia debe estar basada en nuestra capacidad para aprovechar las innumerables oportunidades que tenemos cada día para transmitir algo de la justicia de Dios, y la identidad de Cristo, en nuestras relaciones con los demás.

La temporada del Adviento nos reta a identificar todo aquello que sea una distracción en nuestra vida, todo aquello que haga que nos sintamos “mareados” o cansados de hacer lo que es correcto y bueno a los ojos de Dios. La temporada de Adviento nos reta a deshacernos de aquellas preocupaciones y ansiedades que reducen nuestra habilidad para asumir el reto que Jesús nos ofrece para ser modelos de su justicia a los ojos de nuestros hermanos y nuestras hermanas. El Adviento nos llama a reconocer que nosotros ya no estamos esperando a que el Reino de Dios reclame su legitimo lugar en nuestros corazones: por el contrario, el Reino de Dios espera que cada uno de nosotros hagamos lo que debemos hacer para cumplir su promesa en las vidas de los demás.

Se vigilante en todo momento, de qué sirve tener buenas intenciones “conducirnos de forma que complazca a Dios” si desperdiciamos las incontables oportunidades que tenemos cada día, a cada momento, de ayudar a los demás cuando nos necesitan?

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